Marlaska sigue con su plan de controlar los "valores" de los futuros guardias civiles pese al voto en contra de JUCIL

 

Las nuevas normas de evaluación, calificación y clasificación supondrán una criba más estricta para aquellos que ingresan con una titulación previa

Carlos Cuesta

Una de las últimas negociaciones entre la Dirección de la Guardia Civil y las asociaciones de los guardias se ha centrado en una nueva maniobra del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para depurar a los aspirantes al cuerpo que no encajen en los "valores" buscados. Se trata del mecanismo de análisis personal de los alumnos que intentan llegar a la Benemérita por la vía de contar con un título académico previo. Un camino en el que se pueden encontrar con una valoración "IPA" muy subjetiva que considere que su forma de ver la vida no encaja con los valores exigidos.

La última reunión con las asociaciones de la Guardia Civil ha servido para constatar la oposición a la reforma de la asociación mayoritaria, JUCIL. Pero a Marlaska le importa poco: el plan sigue adelante. Las actas recogen la discusión sobre el "Proyecto de Orden General por la que se modifica la Orden General n.º 4 de 24 de abril de 2019". En ellas "se establecen las normas para la evaluación, calificación y clasificación de los alumnos de la enseñanza de formación para la incorporación a la escala de oficiales" de lo mandos de la Guardia Civil.

"El voto de JUCIL es en contra", recogen esas actas. ¿El motivo? "Debido a que el personal que se enc

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