¿Cuál es el mensaje de Sánchez a los 280 policías heridos y lesionados por los actos de los CDR y el "Tsunami Democrátic", algunos de modo irreversible, con sus vidas profesionales truncadas?
Fue el diario del Conde de Godó, La Vanguardia, que goza de ser uno de los primeros medios que dispone de información totalmente fiable por parte de los partidos independentistas, el primero que dio a conocer que, sin la menor resistencia, Pedro Sánchez aceptaba extender la amnistía a los miembros de los CDR y tropas de choque del “Tsumami Democrátic”, incursos en delitos comunes de todo tipo (robos, asaltos, saqueos, pillaje, estragos, daños al patrimonio público, coacciones, ocupación del espacio público, ocupación de aeropuertos e interrupción del tráfico aereo, bloqueo de autopistas, enfrentamientos con y lesiones –en algún caso irreversibles—a agentes de la policía, asaltos a dependencias públicas y otros actos perfectamente tipificados en el Código Penal.
La resistencia inicial de Sánchez se resolvió tras una llamada de Aragonès, al tiempo que el mensajero del PSOE, el secretario de organización, Cerdán, llamara “president” al fugado Puigdemont, en la misma estancia donde éste tiene en la pared el cuadro de la nación catalana vota su independencia, donde destaca una masa de ciudadanos que elevan victoriosos una urna de las empleadas en aquel referéndum del 1-0.
Alguna las acciones subsiguientes que van a quedar impunes fueron consideradas actos “terroristas”, que ahora dejarán de serlo.
Vivimos días curiosos que aportan a la historia fotográfica de nuestros días instantáneas representativos. Por ejemplo, en el marco de la historia de la infamia, la encabeza la foto de la sonriente vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz en alegre convivio con un fugado de la Justicia con la misión de facilitarle el camino de retorno a cambio de un mero y sencillo trato para cumplir sus demandas.
Y esa foto la completa la de la visita a Puigdemont del compañero Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, y presidente de la Fundación Pablo Iglesias. O sea, un alto y representativo cargo. Casi nada.
¿Qué pensaría el fundador del PSOE de que su nombre se asociara a estos eventos?
En medio de estas fotos, se puede colocar otra no menos expresiva, la de Pedro Sánchez (aquel de “no es no y nunca es nunca y si quiere se lo repito cien veces”) saludando cordial y sonriente a Mertxe Aizpurua, veterana periodista de medios de la órbita de ETA.
La ahora portavoz de Bildu en el Congreso, fue condenada a un año de prisión y suspensión de actividad profesional por un reportaje que el Sup
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