"Al fiscal antidroga yo lo conozco, es gilipollas por cierto". Así se refiere un agente encubierto de la Guardia Civil a uno de los representantes del Ministerio Público en Sevilla.
La frase forma parte de una de las transcripciones de las grabaciones del caso que terminó después con la detención de un teniente del instituto armado por su presunta colaboración con narcotraficantes. El juicio contra el teniente, que era el jefe de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de Sevilla, arranca este viernes en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial con la constitución del jurado, después de que el año pasado se aplazara por la renuncia del abogado del principal acusado.
El teniente se enfrenta a una pena de 14 años de prisión que le pide la Fiscalía por aliarse presuntamente con varios narcotraficantes para facilitarles información sobre operativos antidroga y organizar el robo de casi una treintena de fardos de hachís que estaban custodiados en la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla. El Ministerio Público le reclama ocho años de prisión, una multa de 5.400 euros y catorce años de inhabilitación especial para empleo o cargo público por un delito continuado de cohecho; cuatro años de cárcel y una multa de tres millones de euros por un delito de tráfico de drogas; dos años de reclusión por un delito de hurto; cuatro meses por otro delito de hurto en grado de tentativa; y el pag
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