Los demócratas en la Guardia Civil, se pusieron de pie, solicitando una Benemérita al servicio del ciudadano y democrática, exigiendo cambios estructurales y democráticos imprescindibles. Fueron encarcelados y expulsados. Hace unos días se hizo un homenaje de despedida a uno de los autores inolvidables a nuestro compañero valiente Joaquín Parra. Desde la distancia nuestro cariño y aprecio.
En la década de 1980, un grupo valiente de miembros de la Guardia Civil se unió para liderar un movimiento interno que buscaba democracia y derechos para sus compañeros. Liderados por figuras destacadas como el cabo Manuel Rosa, José Piñeiro, Manuel Linde, José Morata, y Joaquín Parra, este movimiento marcó un hito en la historia de la institución.
El cabo Manuel Rosa desempeñó un papel crucial al representar las aspiraciones y preocupaciones de la base. Como líder sindical, luchó incansablemente por mejorar las condiciones laborales y la calidad de vida de los guardias civiles. Su valentía inspiró a muchos a unirse a la causa.
Joaquín Parra, cuyo compromiso democrático se destacó previamente, continuó desempeñando un papel esencial en este nuevo movimiento. Su experiencia y liderazgo contribuyeron significativamente a consolidar las aspiraciones democráticas dentro de la Guardia Civil. Fue el primer guardia civil en utilizar la libertad de expresión saliendo a los medios públicos exigiendo en Pamplona, trasparencia, derechos y una Guardia Civil democrática. Lo hizo en los medios de comunicación y a cara descubierta de uniforme para causar más impacto y poner fin a las graves vulneraciones que se producían dentro de la institución.
José Piñeiro, un líder carismático, fue uno de los principales impulsores del cambio. Su visión incluía la necesidad de modernizar la Guardia Civil, fomentando una cultura democrática que respetara los derechos fundamentales de los agentes. Piñeiro abogó por la participación activa de los guardias civiles en la toma de decisiones y la defensa de sus derechos. Era un fiel partidario del diálogo como herramienta básica de modernización de la institución y la mejora del servicio que se prestaba a los ciudadanos.
Manuel Linde, otro pilar esencial del movimiento, destacó por su capacidad para articular las demandas del colectivo, y organizarlos. Abogó por la transparencia y la rendición de cuentas dentro de la institución, buscando establecer un ambiente de trabajo más justo y equitativo para todos los miembros de la Guardia Civil.
José Morata, con su experiencia y compromiso, desafió las estructuras tradicionales, abriendo el camino hacia una Guardia Civil más democrática. Morata abogó por la formación en derechos humanos y el respeto a la dignidad de los agentes, promoviendo una cultura organizacional basada en valores democráticos.
El movimiento democrático liderado por el cabo Manuel Rosa, José Piñeiro, Manuel Linde, José Morata, y Joaquín Parra en los años 1980 dejó un impacto duradero en la Guardia Civil. Su valentía y determinación allanaron el camino para una institución más justa, participativa y comprometida con los derechos fundamentales de sus miembros. S
leer mas
No hay comentarios:
Publicar un comentario