La monumental tormenta que el Ministerio del Interior ha provocado en la Guardia Civil -especialmente entre los agentes que vigilan la valla de Melilla- con la destitución fulminante del jefe de la Comandancia de la ciudad cristalizó ayer en las primeras reacciones a pie de campo. «Lo han cesado por querer protegernos. Es vergonzoso e increíble», reivindican guardias civiles fronterizos a este periódico.
GEMA PEÑALOSA
Jesús Vicente Torresano fue apartado de la Comandancia melillense tras escenificar sus diferencias con la Dirección de la Guardia Civil días semanas después de ser nombrado.
Según fuentes del Instituto Armado, quiso poner en marcha instrucciones concretas para que los agentes pudieran actuar amparados por la ley contra los migrantes que les agredieran en sucesivos saltos a la valla y se negó a abrir un expediente informativo a los guardias civiles que lanzaron piedras contra los subsaharianos que querían alcanzar España el pasado 24 de junio. Aquel episodio se saldó con decenas de hombres muertos y 54 guardias y policías heridos. Desde el Ministerio del Interior sostienen, sin embargo, que la salida de Torresano obedeció a otros criterios.
La recomendación de cese está firmada por el número tres de la Guardia Civil, el Mando de Operaciones (MOP) Félix Blázquez y por el teniente general
https://www.elmundo.es/espana/2023/02/02/63daaf35fdddff65258b458d.html
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