Luto por la muerte de Francisco, el guardia civil de Almogía que «siempre estaba para todos»

 

El agente, que sirvió a la Benemérita durante casi tres décadas, falleció el martes por la tarde a los 52 años tras sufrir un infarto de corazón

IRENE QUIRANTE

Son días tristes y de luto para la Guardia Civil de Málaga, que llora la pérdida de su compañero Francisco Javier Vara Vargas. El agente falleció el martes 26 de julio, a los 52 años, al sufrir un infarto de forma repentina. El efectivo era una persona muy conocida y querida en Almogía, donde llevaba destinado desde el año 2001.

Quienes le conocieron aseguran que Francisco tenía una presencia que, de primeras, podía resultar imponente, pero «luego era todo bondad». Varios de sus compañeros lo recuerdan como «un jefe que siempre estaba para todos» y que hacía cuanto estaba en su mano para cuidar al equipo y a los vecinos de su localidad. Una persona que tenía un carácter fuerte «y un gran corazón».

En el año 2001 fue destinado a Almogía, donde sirvió como cabo primero del puesto. El agente entró en la Benemérita en el año 1994, siendo apenas un chaval de 24 años. Sus prácticas las realizó en el cuartel del municipio de Algarrobo, siendo más tarde a destinado a Navarra, donde estuvo cerca de cinco años.

Francisco nació en Málaga capital, concretamente en el barrio de La Trinidad, pero siendo un crío su familia se mudó a Vélez-Málaga, donde creció y vivió buena parte de su vida. De ahí que sus seres queridos tomasen la decisión de que su cuerpo descanse en el municipio axárquico, en el que se le rindió sepultura en la mañana del jueves.

La vida del agente estuvo marcada por su vocación de servicio público –en la que se volcó durante las casi tres décadas que formó parte de la Benemérita–, aunque su verdadera pasión era su familia. Francisco estaba casado y era padre de dos hijos adultos que ahora af

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