El Govern retira al jefe de los Mossos el control de los escoltas y los ultras piden su cese
El independentismo catalán radical sigue sin perdonar a Josep Lluís Trapero, mayor de los Mossos d'Esquadra, que durante los meses de septiembre y octubre de 2017, el momento de mayor tensión del 'procés', jugase a dos bandas, en el mejor de los casos, y después defendiera ante el Tribunal Supremo que tenía un plan elaborado -nunca visto- para detener al entonces presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, en caso de que la Justicia se lo ordenase.
Ahora, sectores minoritarios pero ruidosos, sobre todo en las redes sociales de internet, alentados por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) quieren aprovechar un cambio en la estructura de la Consejería de Interior que afecta al servicio de escoltas que creó Quim Torra,
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