El personal de la Guardia Civil que vela por la seguridad de los ciudadanos de la España 'vaciada' sufre los efectos de la precariedad.
En la noche del viernes, un hombre accedió a la casa cuartel de Rubielos de Mora, en Teruel, y tras provocar destrozos en dos coches, entró en una de las viviendas. Desde AEGC critican “el abandono” de Interior y recuerdan las consecuencias “de tener muchos cuarteles abiertos sin vigilancia las 24 horas”.
La España vaciada también afecta a la Guardia Civil. Muchos de sus cuarteles están obsoletos, hay pocos agentes, escaso recambio en el número de efectivos y se hace inevitable recorrer grandes distancias en un mismo día para atender los servicios que toca desarrollar. En este contexto, las primeras consecuencias no se han hecho esperar. Así lo denuncia la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) que, a través de un comunicado, ha hecho público un incidente acaecido en la casa cuartel de Rubielos de Mora, en Teruel.
En el documento, la Benemérita explica que, en la noche del viernes, un joven accedió a las instalaciones oficiales, así como a la vivienda de un agente. El intruso, de 21 años, penetró en el acuartelamiento y, después de causar desperfectos en algunos de los vehículos privados de los guardias, accedió a una de las viviendas del puesto para desnudarse y acostarse en un sofá. Cuando los residentes en el piso se despertaron, el sábado por la mañana, encontraron al desconocido dormido y tras dar la alarma se procedió a su detención. “Este individuo ocasionó daños en los vehículos aparcados en la casa cuartel y, además, logró entrar en una casa habitada con toda la tranquilidad del mundo” aclaran en la nota, para después preguntarse “¿qué
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