Tuvieron que pasar 144 años desde la fundación de la Guardia Civil (28 de marzo de 1844), para que por primera vez las mujeres españolas pudieran ingresar a este cuerpo de seguridad. Hace ya 33 años, cuando el 18 de marzo del 1988, se aprobó la ley que les permitió dicho ingreso.
La reciente designación de María Gámez, como directora de la Guardia Civil (enero 2020), representa otro hecho histórico para la institución, al convertirse en la primera mujer en asumir el cargo.
Es importante destacar que solo el 7,27% del personal en activo de la Guardia Civil son mujeres; siendo 5.529 agentes femeninas y 70.477 masculinos. (Fuente consultada; CreatedwithDatawrapper)
A través de esta breve entrevista hablamos con Eva, parte de este porcentaje de mujeres que integran esta institución de las Fuerzas de Seguridad del Estado y que con su labor diaria, demuestra que no hay labores con etiquetas de sexos.
Esta valiente ciudadana, que actualmente ostenta el rango de cabo primero en la sección de atestados del destacamento de Benavente, nos habla sobre las razones que la motivaron a ingresar; los retos y desafíos que ha tenido que superar, los riesgos del día a día, sus expectativas a futuro, su opinión sobre la importancia de la presencia de la mujer, entre otros tópicos.
¿Con qué edad comenzaste a sentir el deseo de formar parte de la Guardia Civil?
Mi padre tuvo mucho que ver, porque también es guardia. Hemos vivido en cuarteles y siempre le hemos visto de uniforme. Muchas conversaciones en la mesa eran sobre el trabajo. Una de mis dos hermanas tomó la misma decisión que yo y ahora es sargento.
¿En qué momento decides ingresar a la Guardia Civil?
A los 21 años estaba finalizando la carrera y descubrí mi verdadera vocación. Me presenté a los pocos meses y aprobé al año siguiente, en diciembre de 2008. Es la mejor decisión que he tomado nunca.
¿Qué razones te motivaron?
La principal razón es la vocación y el trabajo al servicio de los demás. Para mí no sólo es un trabajo, es una forma de vivir. Es una profesión muy sacrificada y muy gratificante a la vez. No hay nada más enriquecedor que trabajar en lo que te gusta.
¿Cuáles fueron las pruebas más difíciles que tuviste que superar a la hora de ingresar a la Guardia Civil?
Sin duda, las pruebas físicas. Nunca me gustó mucho hacer deporte. El profesor de educación física de mi Instituto me ayudó facilitándome material deportivo y un plan de trabajo, pero recuerdo las duras de tardes de preparación corriendo en solitario por las afueras de mi pueblo. Con esfuerzo todo se consigue.
¿Qué significa para ti servir a tu país y a la ciudadanía a través de este trabajo?
Es una gran satisfacción, sobre todo en esta época de pandemia, pero también tenemos una gran responsabilidad. En At
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