El mayor de los Mossos vivió la quinta noche de incidentes en Barcelona con los antidisturbios de la Brimo
De paisano y en la parte trasera de la furgoneta de la Brigada Mòbil 00, el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, quiso el sábado por la noche estar al lado de los antidisturbios para entender mejor cuando los mandos le aseguran que las cosas se ven y viven de manera muy distinta desde las pantallas del Cecor que desde el interior de los vehículos policiales, a pie de calle.
El mayor se subió a la parte trasera de la furgoneta 00, y pasó la noche sentado junto al intendente Xavier Pastor, responsable de la Brimo. En la parte delantera, dirigiendo todo el operativo por quinta noche consecutiva, el inspector que dirige a todos los antidisturbios que trabajaron anoche en Barcelona.
El mayor Trapero quiso ver cómo se viven los disturbios desde el interior de los vehículos policiales y no desde las pantallas del Cecor
Pese a las previsiones de que iba a ser la jornada más conflictiva y violenta de la semana, apenas se registraron ayer momentos de tensión entre la policía y los manifestantes. Los mossos no dieron opción para ello. La directriz anoche era no dar tiempo a los manifestantes a reorganizarse en barricadas y empujarlos hacia arriba alejándolos del objetivo que tenían que era aproximarse a la jefatura superior de la policía nacional en la Via Laietana.
Trapero vivió desde el vehículo operativo los primeros encontronazos en plaza Urquinaona y cómo las furgonetas empujaron a la masa hacía arriba. También estaba en primera línea en la maniobra de Gran de Gràcia en la que un grupo de manifestantes quedó atrapado entre las furgonetas que los empujaban hacía Lesseps y las que desde esa misma plaza descendían en dirección contraria.
Un policía ante el fuego en la Bolsa de Barcelona, la noche del sábado
Fuentes de la policía catalana aseguraron ayer que algunos de los integrantes de ese grupo de manifestantes llevaban rompiendo y destrozando comercios a su paso por la vía de Gràcia. Que la distancia con las furgonetas que los empujaban hacía arriba era de diez metros, hasta que se detuvieron, al ver que en la parte superior de la calle habían también luces de vehículos de la Brimo.
"Nunca estuvieron encapsulados, podrían haber ascendido y superadas nuestras furgonetas, aunque entiendo la reacción de no hacerlo, pero había una calle lateral a la derecha por la que tenían la salida y que tomaron. En ese momento se produjeron no más de dos minutos de contacto físico del que no nos consta ningún herido grave", aseguraron las mismas fuentes. Desde las organizaciones que convocaron la marcha se insistió ayer en denunciar que esos minutos "atra
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