Agentes de la Guardia Civil intervinieron este jueves en una fiesta en Lanzarote ante un posible incumplimiento de las restricciones por la pandemia
Agentes de la Guardia Civil intervinieron este jueves en una fiesta en Lanzarote ante un posible incumplimiento de las restricciones por la pandemia y se encontraron con que uno de los participantes era un juez.
Según los datos recabados por este periódico, poco después de las 20.00 horas, agentes de la Guardia Civil actuaron ante el aviso de una supuesta fiesta en una villa ubicada en Puerto Calero, Yaiza.
Al presentarse en el lugar, se encontraron, presuntamente, con una docena de personas, que se encontraban bailando, no respetaban la distancia de seguridad, muchos de ellos sin mascarillas y con el añadido de que no eran convivientes y todo en una isla que permanece en fase 4 y que no permite reuniones de más de dos convivientes.
Version cercana al juez
Sin embargo, fuentes próximas al magistrado que se hallaba en la vivienda han dado a este periódico su versión de los hechos, señalando que «no se trataba de una fiesta».
Las mismas fuentes añaden que los hechos sucedieron en dos viviendas separadas por unos 300 metros una de la otra y en cada una de ellas había una pareja. «Esa tarde llegaron cuatro personas que son hijos de las parejas e hicieron una fiesta en la terraza, pero no el juez, que cuando llegó la Guardia Civil -según explica esta fuente- se encontraba con su mujer viendo la televisión».
«En el momento de la llegada de los agentes -señala la misma fuente- Fiestras no se identificó inicialmente como juez ni hizo prevalecer su condición, reunió a las personas que estaban allí y con toda la amabilidad, ordenó a los jóvenes «estudiantes universitarios mayores de edad» que salieran tras esconderse al asustarse por la presencia de los agentes».
Tras un rato de conversación, sí les dijo a los agentes que era el magistrado del Juzgado de Instrucción número 4 de Arrecife -insiste la fuente informante- se identificó como tal y éstos le respondieron que ya lo sabían, «que lo reconocían». A los únicos que Fiestras ordenó identificarse y siempre de buenas maneras, fue al agente con el que hablaba y a otro segundo que accedió a la vivienda después.
Esto sucedió sobre las 20.00. La misma fuente desmiente que fuera una fiesta multitudinaria, sino dos parejas en dos casas.
El magistrado, -aseguran- ya pasó el coronavirus y tiene anticuerpos, al igual que las otras tres personas adultas que allí estaban y los jóvenes no se estaban quedando en las casas, se fueron antes del toque de queda.
Fuentes cercanas al magistrado indicaron que por su parte no hubo ningún abuso de autoridad, sino que en todo momento se dirigió a los agentes de la Guardia Civil con el máximo respeto. De hecho, apuntan que el magistrado está condecorado por la Benemérita y les guarda al más profundo los respetos.
También precisaron que aunque en el atestado policial constaba que se había identificado como letrada de la Administración de Justicia, se ha negado tal hecho ya que la filiada es abogada ejerciente en Lanzarote.
Esta versión dista de la plasmada por los agentes actuantes
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https://www.canarias7.es/canarias/lanzarote/juez-agentes-fiesta-20210219163108-nt.html
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