El Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica, organismo adscrito al Ministerio de Igualdad -que dirige Irene Montero- ha publicado los resultados del estudio ‘Percepción de la discriminación por origen racial o étnico por parte de las potenciales víctimas en 2020’.
En el trabajo llama especialmente la atención el empeño por denigrar el trabajo de la Policía, pese a que, según se admite en las conclusiones, «la tasa de discriminación percibida por el trato policial disminuye del 28% al 19%», en comparación con estudios anteriores. El estudio ha sido difundido por el Ministerio de Igualdad.
«Este descenso podría estar asociado a una mayor sensibilización y formación de los cuerpos policiales», señala el informe. Pese al dato, el trabajo abunda en argumentos que alimentan el mensaje de que la Policía trata peor a los inmigrantes.
«Aun así, el trato policial se mantiene como uno de los ámbitos con las tasas más altas de discriminación, especialmente detectada en los espacios de calle y no tanto en las comisarías, asociada a estereotipos «raciales» y culturales», añade a continuación.
El dosier recoge una encuesta realizada en 2017 por la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, según la cual «el 14% de las personas encuestadas fueron detenidas por la policía en los 12 meses anteriores a la encuesta. De las personas detenidas, el 40% cree que el motivo de la parada fue su origen étnico». «A pesar de la disminución en las tasas de discriminación en el ámbito de trato policial, se constata que hay grupos que continúan percibiendo un notable trato discriminatorio, cuyas experiencias están determinadas por sus características personales y estereotipos asociados a su colectivo», persevera el Consejo.
Así, se destaca, por ejemplo, que «el 13% de las personas encuestadas indica que la Policía le ha pedido la documentación en la calle debido a su origen racial o étnico, mientras que un 9% percibe que le han registrado su maleta, bolso o mercancía, debido al mismo motivo», resaltando de esta forma la única versión de los inmigrantes. «Es preciso señalar de nuevo que estas son apreciaciones subjetivas de parte de la población encuestada», reconocen sus autores.
También señalan que el 4% «ha percibido que le han tratado mal en comisaría o que le han pedido más requisitos al realizar una denuncia debido a su origen ‘racial’», un porcentaje en cualquier caso muy inferior al de los que no perciben ningún trato negativo.
Entrevistas
El informe recoge asimismo algunas de las entrevistas realizadas a personas «de distintos grupos de población» y que, según se indica, «permiten profundizar en el tipo de trato policial recibido».
Así, de entrada se sostiene que «para muchas de ellas éste es uno de los ámbitos donde más discriminación se experimenta, y se menciona continuamente que se basa en los estereotipos y en la imagen visual: la ropa, el modo de vestir, los rasgos físicos, el color de piel, etc».
Dichos testimonios están claramente escogidos para dar una imagen determinada de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Uno de ellos es el siguiente: «Yo tuve aquí a mi hermano, y a él cada dos por tres le paraban, por su estilo, por vestir con el estilo americano, norteamericano: de pantalón, la gorrita, pero él no estaba metido en ninguna, y siempre lo paraban y le decían «eh, tú, revisión, los papeles» Pero claro, él estaba harto, siempre decía «¿por qué siempre me paran?» pero sin embargo, a mí nunca me han pedido papeles cuando andaba ilegal, a mí jamás, nunca me lo han pedido».
Otro: «En la calle, sí, estando por ahí con mis amigos, pararme, estando yo ahí con la moto, y decirme «bah, chico, si eres gitano para qué». Hay mucho abuso, nos paran más, se ríen de nosotros, nos insultan, nos dicen que no sabemos leer…». (Hombre, grupo gitano).
Y más: «Hay una diferencia entre la policía que está en oficina y en la calle, no hay respeto, te tratan como a un trapo”. (Hombre, grupo de África no mediterránea).
“En la calle como están sueltos y no tienen gente detrás, hacen lo que les da la gana, en la calle es donde sacan su verdadero yo”. (Mujer, grupo de África no mediterránea).
«Quienes indican que no han percibido un trato discriminatorio de parte de agentes policiales, reconocen que son situaciones comunes para otras personas y otros colectivos, lo que se ve alimentado por los prejuicios en medios de comunicación y redes sociales», sostiene el estudio, difundido por Igualdad.
También se vinculan los ingresos familiares con el trato recibido, concluyendo que «las personas que tienen un ingreso menor presentan una prevalencia mayor de los hechos discriminatorios por origen racial o étnico, muy diferente a la situación de las personas con los rangos salariales más altos».
Campaña polémica
Cabe recordar que hace apenas unas semanas, policías y guardias civiles pidieron la dimisión de Irene Montero por una campaña en la que se acusaba de racismo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En uno de los carteles de la campaña se instaba a denunciar con el mensaje: «Me han identificado por mi color de piel u otros rasgos sin razón objetiva».
Desde los sindicatos y asociaciones de Policía y Guardia Civil se manifestó su indignación por la campaña y se reclamó la dimisión de la ministra de Igualdad.
La campaña partió, igualmente,
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