El agente del Instituto Armado, según la sentencia condenatoria , se autolesionó e inculpó a un conductor al que detuvo por atentado, mientras que los otros efectivos corroboraron su falso relato
CELINA CLAVIJO
Un guardia civil ha sido condenado a tres años de prisión por fingir la agresión de un conductor que, según la sentencia, él mismo se había provocado. También se enfrentan a dos años de cárcel dos policías locales que respaldaron el relato que el juez considera falso. A los tres agentes se les atribuye un delito de falsificación documental y otro de denuncia falsa.
Los hechos se remontan a la madrugada del 5 de agosto de 2015, cuando junto al recinto ferial de Coín se produjo un altercado entre un conductor con signos de embriaguez que insultaba a unos policías que lo habían identificado y se negaba a someterse a la prueba de alcoholemia. Alegaba, reza el fallo judicial, que no le “salía de los cojones”.
El individuo fue engrilletado por un guardia civil que estaba patrullando y que, “de forma voluntaria, se golpeó contra el cristal del automóvil del detenido, autolesionándose”, para después “tirarse del polo del uniforme que llevaba hasta romperlo”. A renglón seguido, espetó al arrestado delante de sus compañeros: “Esto me lo has hecho tú”.
Después, el agente condujo al conductor a dependencias policiales atribuyéndole un delito de atentado a agente de la autoridad, resistencia y desobediencia. Asimismo, hizo constar en las diligencias, “faltando deliberadamente a la verdad”, según la resolución, que el detenido le había golpeado en la cabeza cuando los policías le intentaban practicar el test de alcoholemia.
Estos dos agentes corroboraron los hechos relatados por el guardia civil y elaboraron un atestado en el que acusaban al detenido de un delito contra la seguridad del tráfico. También “con desprecio a la verdad”, según la sentencia, manifestaron, “siendo falso”, que el arrestado había cogido del cuello a su compañero y lo había lesionado.
La versión de los acusados es opuesta a la del juez. Comparecieron en el puesto de la Guardia Civil de Coín y manifestaron que un conductor se dirigió al agente, “que estaba desprevenido”, y le “cogió del cogote y de la camiseta, estampándole la cabeza contra el cristal trasero de su vehículo”. Ello, denunció el efectivo, le provocó lesiones en el rostro. Pero el relato
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