“Todavía hoy, un mosso se jubila con el 100% del sueldo y un policía nacional no”.
El pasado 20 de noviembre, el Gobierno hizo efectivo el tercer tramo de la llamada equiparación salarial, el desembolso de 807 millones de euros en las cuentas de policías nacionales y guardias civiles para equiparar sus sueldos al de los agentes de las policías autonómicas. Un camino que comenzó en octubre de 2018 con un primer pago y que ha supuesto el principal caballo de batalla de los agentes frente a la administración, y también entre los distintos actores del mundo sindical, en una plantilla donde el 98% de los funcionarios del cuerpo está sindicado.
Mónica García, secretaria general del SUP, recibe a NIUS cuando Interior ha hecho efectivo ya el tercer pago de ese compromiso. “El dinero ya está en las cuentas”, confirma con satisfacción recordando que esta ha sido “la mayor subida de sueldo de la historia de la Policía Nacional”, con una media de 561 en tres años. “Pero todavía queda mucho por hacer”.
Pregunta: ¿Ha alcanzado ya la equiparación salarial la Policía Nacional?
Respuesta: Pues depende de cómo se compare, pero en resumen, todavía no. Hemos recibido el dinero comprometido en 2017 por el Ministerio del Interior, que eran 807 millones de euros y que nosotros siempre hemos considerado insuficiente, pero es que todavía queda trabajo por hacer, porque hay tres elementos importantes que están en el acuerdo firmado hace tres años, que son especialmente importantes y que no se han desarrollado: el trabajo de un auditor externo para que verifique la correlación de puestos y salarios entre las distintas policías, la vuelta a la plantilla de las personas que piden segunda actividad y una Ley de Retribuciones que fije de una forma clara que ningún agente de policía local o autonómica puede cobrar más que un policía que trabaja para el Estado central, además de regular otras cuestiones que tienen que modificarse como nuestra jubilación.
"Todavía queda trabajo por hacer, como la Ley de Retribuciones que se pactó con Interior"
P: Sin embargo, este acuerdo ha recibido muchas críticas a lo largo de los años…
R: Y es normal. Es posible que no lo hayamos sabido explicar. Esto solo es un primer paso. Nosotros siempre pensamos que la cuantía que el Gobierno puso encima de la mesa para la equiparación salarial era insuficiente, pero los 807 millones se convirtieron en un punto de encuentro. Un acuerdo alcanzado además con un Gobierno del PP que hubo que explicar después al PSOE para que cumpliera los compromisos. En el momento de la firma había mucha presión social, la gente estaba muy concienciada con nuestra causa tras lo ocurrido con los Mossos d’Esquadra durante el 1-O, pero eso no nos ha llevado a la equiparación real, al menos todavía. Además, llegamos a un punto de no retorno. “Lo tomas o lo dejas” nos llegó a decir el secretario de Estado, que nos dio cuatro días para decidir su última oferta. Por eso fue importante incorporar algunas cláusulas que ahora se tienen que desarrollar.
P: ¿Y qué disposición tiene el Ministerio del Interior en ese sentido?
R: Mala. El ministro Grande-Marlaska no ha reunido ni una sola vez a la mesa de seguimiento de este acuerdo para avanzar en estas cuestiones, ha cumplido con las condiciones económicas pactadas, pero ha dejado de lado todo lo demás. Nosotros hemos esperado a que el dinero estuviera en las cuentas de todos los funcionarios para que el sueldo que les corresponde no fuera utilizado por el ministerio como moneda de cambio, pero ahora toca dar un nuevo impulso y que se cumplan los otros compromisos alcanzados. Si eso no sucede, tendremos que comenzar de nuevo con las movilizaciones y las protestas. En los últimos meses hemos pedido en varias ocasiones a Interior que nos convoque para tratar de poner las medidas que faltan en marcha pero no hemos tenido respuesta.
P: Sin embargo, el mundo sindical de la Policía ha cambiado, y el colectivo mayoritario ahora se mostró muy crítico con este acuerdo
R: Es verdad, pero este acuerdo no se negocia en el marco del Consejo de la Policía, donde es cierto que Jupol ahora tiene mayoría. Sin embargo, nosotros queremos escapar del insulto, de la descalificación y de los enfrentamientos entre policías y mirar por la mejora de todo el colectivo. España no es como otros países donde lo que consigue un sindicato se aplica únicamente a sus afiliados, por eso pensamos que la negociación de elementos tan importantes para el colectivo de agentes se tiene que hacer con mayor responsabilidad y amplitud de miras, donde todo el que venga a colaborar sea bienvenido.
"El de 2018 era un acuerdo de mínimos con el que trabajar"
P: Entonces ¿Quedan discriminaciones todavía en el tema salarial para los agentes de Policía Nacional?
R: Hay cosas que se tienen que modificar. A día de hoy, por ejemplo, un Mosso d’Esquadra se jubila con el cien por cien de su pensión mientras que eso no sucede con un policía nacional. Cuando pusimos eso encima de la mesa en 2018, el ministro Zoido argumentó que eso no era competencia de Interior, si no que afectaba a otros ministerios. Por eso el de 2018 era un acuerdo de mínimos con el que trabajar, y por eso es tan importante que ahora se ponga en marcha una Ley de Retribuciones tal y como quedó firmado en ese momento, para que la normativa articule estas cuestiones y queden negro sobre blanco para aplicación de todos los ministerios. En aquella época nos tocó hacer un ejercicio de diplomacia. El tercer tramo llegó además en una época cercana a la pandemia y con España en problemas económicos acuciantes por lo que fue todavía más complicado, pero ahora es Grande-Marlaska quien tiene que decidir si quiere que las otras cuestiones q
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