Han hecho historia por ser las primeras mujeres en ascender de rango. Dos de ellas trabajan para que en el futuro la mitad de agentes sean mujeres.
Nacieron en un país donde las niñas no podían pertenecer a la Guardia Civil. Y cuando pudieron, a partir de 1988, nadie estaba todavía por la labor de aceptarlas como compañeras. Cristina Moreno, Dolores Gimeno, Soledad Gómez y Silvia Gil lucharon desde su ingreso en el Cuerpo contra todo y todos los que creyeron que nunca podrían ser uno más. Y lo hicieron simplemente haciendo su trabajo.
Tres décadas más tarde, han hecho historia. Se han convertido en las primeras féminas que han llegado al rango de teniente coronel en la Guardia Civil. Sus caminos laborales han sido distintos, pero todas, sin excepciones, aún habiendo conseguido las dos estrellas de ocho puntas, tienen claro que todavía queda mucho por hacer en la integración de la mujer en la Benemérita. Y es que los datos hablan por sí solos: actualmente hay 5.840 mujeres en el Cuerpo; es decir, menos del 8% de los 76.600 efectivos que lo conforman.
Cristina recuerda siempre cuando, siendo niña, le decía una y otra vez a su padre que quería vestir de verde cómo él. Y su respuesta también era siempre la misma: "Las mujeres en España no podéis ser guardias civiles". Y entonces se decepcionaba, pero nunca se rendía. Su vocación pudo más y a los 19 años ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza. Poco después, su padre, emocionado, le hacía entrega de su deschacho tras convertirse en guardia civil en una promoción en la que ella era la única.
Nacieron en un país donde las niñas no podían pertenecer a la Guardia Civil. Y cuando pudieron, a partir de 1988, nadie estaba todavía por la labor de aceptarlas como compañeras. Cristina Moreno, Dolores Gimeno, Soledad Gómez y Silvia Gil lucharon desde su ingreso en el Cuerpo contra todo y todos los que creyeron que nunca podrían ser uno más. Y lo hicieron simplemente haciendo su trabajo.
Tres décadas más tarde, han hecho historia. Se han convertido en las primeras féminas que han llegado al rango de teniente coronel en la Guardia Civil. Sus caminos laborales han sido distintos, pero todas, sin excepciones, aún habiendo conseguido las dos estrellas de ocho puntas, tienen claro que todavía queda mucho por hacer en la integración de la mujer en la Benemérita. Y es que los datos hablan por sí solos: actualmente hay 5.840 mujeres en el Cuerpo; es decir, menos del 8% de los 76.600 efectivos que lo conforman.
Cristina recuerda siempre cuando, siendo niña, le decía una y otra vez a su padre que quería vestir de verde cómo él. Y su respuesta también era siempre la misma: "Las mujeres en España no podéis ser guardias civiles". Y entonces se decepcionaba, pero nunca se rendía. Su vocación pudo más y a los 19 años ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza. Poco después, su padre, emocionado, le hacía entrega de su deschacho tras convertirse en guardia civil en una promoción en la que ella era la única.
Nacieron en un país donde las niñas no podían pertenecer a la Guardia Civil. Y cuando pudieron, a partir de 1988, nadie estaba todavía por la labor de aceptarlas como compañeras. Cristina Moreno, Dolores Gimeno, Soledad Gómez y Silvia Gil lucharon desde su ingreso en el Cuerpo contra todo y todos los que creyeron que nunca podrían ser uno más. Y lo hicieron simplemente haciendo su trabajo.
Tres décadas más tarde, han hecho historia. Se han convertido en las primeras féminas que han llegado al rango de teniente coronel en la Guardia Civil. Sus caminos laborales han sido distintos, pero todas, sin excepciones, aún habiendo conseguido las dos estrellas de ocho puntas, tienen claro que todavía queda mucho por hacer en la integración de la mujer en la Benemérita. Y es que los datos hablan por sí solos: actualmente hay 5.840 mujeres en el Cuerpo; es decir, menos del 8% de los 76.600 efectivos que lo conforman.
Cristina recuerda siempre cuando, siendo niña, le decía una y otra vez a su padre que quería vestir de verde cómo él. Y su respuesta también era siempre la misma: "Las mujeres en España no podéis ser guardias civiles". Y entonces se decepcionaba, pero nunca se rendía. Su vocación pudo más y a los 19 años ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza. Poco después, su padre, emocionado, le hacía entrega de su deschacho tras convertirse en guardia civil en una promoción en la que ella era la única.
Nacieron en un país donde las niñas no podían pertenecer a la Guardia Civil. Y cuando pudieron, a partir de 1988, nadie estaba todavía por la labor de aceptarlas como compañeras. Cristina Moreno, Dolores Gimeno, Soledad Gómez y Silvia Gil lucharon desde su ingreso en el Cuerpo contra todo y todos los que creyeron que nunca podrían ser uno más. Y lo hicieron simplemente haciendo su trabajo.
Tres décadas más tarde, han hecho historia. Se han convertido en las primeras féminas que han llegado al rango de teniente coronel en la Guardia Civil. Sus caminos laborales han sido distintos, pero todas, sin excepciones, aún habiendo conseguido las dos estrellas de ocho puntas, tienen claro que todavía queda mucho por hacer en la integración de la mujer en la Benemérita. Y es que los datos hablan por sí solos: actualmente hay 5.840 mujeres en el Cuerpo; es decir, menos del 8% de los 76.600 efectivos que lo conforman.
Cristina recuerda siempre cuando, siendo niña, le decía una y otra vez a su padre que quería vestir de verde cómo él. Y su respuesta también era siempre la misma: "Las mujeres en España no podéis ser guardias civiles". Y entonces se decepcionaba, pero nunca se rendía. Su vocación pudo más y a los 19 años ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza. Poco después, su padre, emocionado, le hacía entrega de su deschacho tras convertirse en guardia civil en una promoción en la que ella era la única.
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