La mayor presión en la ruta atlántica obliga a actualizar las alianzas con los países africanos
El pasado 29 de agosto era desmantelada en Mauritania una organización dedicada al tráfico de personas en cayuco hasta las Islas Canarias. La operación fue llevada a cabo por el Equipo de Cooperación Internacional que conforman agentes de Policía Nacional y de la República Islámica desde 2008, dos años después de la crisis migratoria que desembocó en la llegada al archipiélago de 39.000 personas.
El funcionamiento de estas patrullas conjuntas y de la colaboración del gobierno mauritano, clave entonces en la cauterización de ese flujo, cuesta 10 millones de euros al año que España afronta en solitario, como también en otros escenarios como Senegal o Mali. Pero la reactivación de la ruta atlántica por parte de las mafias ha multiplicado la presión en estos países de origen y tránsito, como lo demuestran cifras publicadas ayer por Efe, según las cuales en la última quincena habrían sido atendidos en Canarias 1.277 inmigrantes, la mayor cifra desde hace más de una década.
A mayor presión, mayor es el precio en términos de medios y de dinero que reclaman los aliados africanos para seguir ayudando en la tarea de frenar este fenómeno. Es la lección que ha enseñado Rabat, cuyo celo contra las pateras en el Mediterráneo se disparó a la vez que lo hacían los fondos millonarios que por primera vez le comprometió la UE, una fórmula mágica con las que en 2019 la inmigración irregular con destino a España se redujo a la mitad. Ahora toca aplicar los esfuerzos con los socios subsaharianos y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, viajará el viernes a Mauritania llevando en el avión a la comisaria de la UE responsable en materia de inmigración, la socialista sueca Ylva Johansson, para que vea con sus ojos y escuche en directo lo que en Bruselas casi siempre conocen solo por informes técnicos.
Fue ella misma quien lo hizo público la pasada semana, en una comparecencia en la q
leer más:-
No hay comentarios:
Publicar un comentario