La Guardia Civil tramita un Real Decreto para su aprobación por el Ejecutivo, en el que adapta los procesos de incapacidad temporal de condiciones psicofísicas al modelo de la Administración Civil, con lo que los agentes pasados diez días de baja médica serán sometidos a control y vigilancia del Servicio de Sanidad Militar y de la Guardia Civil por integrar el Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS.).
Los médicos de la Administración Militar podrán dar el alta médica a los agentes aún de la opinión contraria del médico de cabecera o especialista, y si hubiera una recaída por la misma o similar dolencia o enfermedad, tras una baja prolongada y nueva alta, solo el Servicio Médico de la Guardia Civil podría conceder la baja para prestar servicio.
Para Independientes de la Guardia Civil (IGC), lo más preocupante es que se considere que con el cambio normativo, los guardias civiles pasados tres meses de baja médica, que no sea consecuencia de accidente profesional, verán detraída su nómina entre un 20% y un 25% aproximadamente, y si la baja médica se extiende por periodo de 24 meses sin declararse la inutilidad permanente, podría perder hasta el 50% del sueldo, por lo que podría ocurrir que un guardia civil que se encuentre en fase terminal de una enfermedad grave, además se viera ante una penuria económica si antes no lo le jubilan.
La medida, que se adopta por imperativo legal, si bien podría ser recurrida, puede que sea contraria al Estatuto Básico de la Función Pública.
No obstante para paliar la situación, Independientes de la Guardia Civil (IGC) ya negocia un seguro que cubra esta contingencia para sus afiliados, paliando con ello la carencia económica de sobrevenir una enfermedad o accidente.
La organización profesional Independientes de la Guardia Civil (IGC) considera que la máxima de “restando dinero en nómina a los agentes ello tiene poderes curativos milagrosos”, no se cumple en la mayoría de casos.
La Administración de la Guardia Civil igualmente se encuentra preocupada por las estadísticas que sitúan el número de bajas médicas en este Cuerpo, en casi el doble que el Cuerpo Nacional de Policía. Concretamente el 7,40% de los guardias civiles están de media al año de baja médica, mientras que sus homólogos de Policía Nacional lo están en un 4%.
Del total de bajas médicas de la Guardia Civil aproximadamente el 30% lo son psicológicas, un dato que desde IGC consideramos alarmante y del cual esperamos medidas positivas para que este porcentaje baje.
La organización profesional Independientes de la Guardia Civil (IGC), manifestó en el grupo de trabajo en el que participa con personal cualificado de la Dirección General, para depurar el Real Decreto y ofrecerlo a su aprobación al Gobierno, que con una norma no se puede mejorar la salud de la Guardia Civil y que hay que buscar las razones reales y no aparentes del sufrimiento de enfermedades y dolencias en la Institución, para poder minorarlas.
Así IGC expuso que este Cuerpo presta servicio en peores condiciones que la Policía Nacional, que lo hace en coches patrullas o grupos de reserva y seguridad por las grandes ciudades, cuando la Guardia Civil lo hace en zonas con menos habitantes y en territorios agrestes y despoblados, también en el mar y puertos, en carreteras con una alta siniestralidad y mortandad de sus agentes y en servicios de protección y seguridad estática que conlleva largos tiempos expuestos a las inclemencias del tiempo y el frio extremo o calor, sin que se busquen espacios para protección y seguridad de los propios agentes que palíen su situación. Además se hizo mención a que los agentes de la Guardia Civil, trabajan más horas y descansan menos, sus turnos son más irregulares y están sometidos a una disciplina militar que los funcionarios de policía nacional no comparten.
La flexibilidad de horarios de trabajo, las buenas relaciones laborales, el reconocimiento de cometidos bien hechos por parte de los agentes, son factores motivadores del trabajo que también influyen en mucho.
Existen por otra parte guardias civiles que sienten pánico al acudir a trabajar y optan por la baja médica psicológica para evadir, en la mayoría de casos, conflictos disciplinarios o jerárquicos.
El exceso de responsabilidad en algunos casos, y los problemas con asuntos legales en el ejercicio de la profesión, son otras variables que pueden influir en las dolencias y enfermedades de los agentes.
La realización obligada de controles en carretera, poblaciones y zonas rurales ante las inclemencias del tiempo, el frío o calor, hacen que los guardias civiles enfermen con más facilidad por la crudeza del servicio.
La Guardia Civil, también redacta actualmente un protocolo nuevo de acoso laboral y otro de acoso sexual, siendo que no han aflorado casos respecto al laboral y han sido muy escasos en el acoso sexual, la Administración se cuestiona la eficacia del protocolo, si bien se reconoce la dificultad para probar los hechos, por exigirse además una reiteración de actos de los que deducirlo y una prolongación en tiempo, en el caso del acoso laboral. En el sexual el caso es al contrario, ya que un solo acontecimiento es suficiente para perseguirlo como delito o infracción muy grave.
Independientes de la Guardia Civil (IGC) hará lo posible, junto con el resto de asociaciones profesionales, para contribuir mediante la normativa específica reguladora de estas materias, en la mejora de la salud de la Guardia Civil y reducción de accidentes.
http://www.igcprofesional.es/2018/10/10/la-guardia-civil-pretende-el-descenso-de-bajas-medicas-restando-dinero-de-la-nomina-de-los-agentes/
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