El sargento, destinado fuera de la provincia, fue sancionado dentro del régimen disciplinario del cuerpo y el Supremo ha rechazado su recurso
Denunciar falsamente para cobrar el seguro puede salir muy caro, incluso a nivel profesional. Un sargento de la Guardia Civil destinado fuera de Granada pero que es dueño de una casa situada en la comarca del Valle de Lecrín ha sido separado del servicio por haber formulado, en marzo de 2010, una denuncia que no respondía exactamente a la realidad sobre unos daños en su inmueble. Había tenido arrendada la vivienda a una mujer y los daños existían, pero no habían sido causados por su inquilina, a quien se los había imputado. El seguro le indemnizó con una cantidad de 2.660 euros.
En concreto, según consta en una sentencia dictada por la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo (TS) el pasado 16 de mayo y que confirma la sanción disciplinaria que se le impuso a finales del año pasado, la denuncia fue firmada por el sargento «como denunciante» y «fingió» la intervención de un compañero de su mismo puesto como instructor de las diligencias , «e imitó, por sí o a través de tercera persona, su firma». Todo esto lo hizo -siempre según recoge la sentencia del alto tribunal- «conociendo su falsedad y con el fin de reclamar» a su compañía de seguros el siniestro denunciado «y que se encontraba cubierto con la póliza que había contratado». Su actuación derivó en un expediente disciplinario que culminó en la resolución sancionadora ahora confirmada.
El sargento interpuso entonces un recurso -para ser exactos, una demanda contencioso disciplinario militar- ante el TS. Pedía que se revocase la sanción de «separación del servicio» impuesta, pero la Sala de lo Militar no acoge su solicitud y le recuerda que fue sancionado por una «falta muy grave», consistente en «cometer un delito doloso condenado por sentencia firme, relacionado con el servicio, o cualquier otro delito que cause grave daño a la Administración, a los ciudadanos o a las entidades con personalidad jurídica».
La sentencia explica que la condena penal se la impuso la Audiencia Provincial de Navarra, que el 2 de diciembre de 2015 lo castigó por cometer «de forma dolosa» un delito de simulación de delito en concurso ideal con un delito de falsedad en documento oficial, y ambos a su vez para cometer una estafa. La pena que se acordó para él fue de un año de cárcel -seis meses por la falsedad y otros seis por la estafa-, así como multas y seis meses de suspensión de empleo público.
El TS resalta que la gravedad del daño radica en que el acusado es integrante del cuerpo de la Guardia Civil y que «para la realización de los hechos utilizó su condición de guardia civil», puesto que «se prevalió de ello para elaborar unas diligencias falsas y engañar a la compañía de seguros».
Crédito de la institución
Para el TS, «no hay duda» de la importancia de los delitos cometidos y de su afectación a los ciudadanos, así como «tampoco la hay de la grave afectación que supone para el crédito que la institución de la Guardia Civil debe merecer a los ciudadanos el que uno de sus miembros sea condenado por tales delitos». Su obligación, como miembro del instituto armado, era precisamente «la averiguación y persecución de los delitos», por lo que considera proporcionado el castigo impuesto.
https://www.ideal.es/granada/separan-servicio-guardia-20180828233827-ntvo.html
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