Acusado de abuso de autoridad, se solicitó para él dos años de prisión e indemnizar con 17.000 euros al agente que le denunció
El Tribunal Militar Territorial Primero de Madrid, constituido por un teniente coronel y dos comandantes, han juzgado a un sargento de la Guardia Civil que es comandante del puesto de Torrecillas de la Tiesa, localidad que está a 21 kilómetros de Trujillo.
Acusado por un subordinado de haber cometido un delito de abuso de autoridad, se enfrentaba a dos años de prisión y a la petición de tener que pagar 17.100 euros al agente que le acusaba.
Esa cantidad le fue requerida por el tribunal antes de iniciarse el juicio en calidad de fianza, y la hizo efectiva mediante una orden judicial de embargo de su vivienda. El guardia que le denunció también pedía al Estado que le indemnizara con 5.000 euros.
Vicente Vega, abogado de la defensa, pidió la absolución del jefe del cuartel cacereño.
Según los hechos considerados como probados por el tribunal militar, el sargento tomó posesión del mando del puesto en el mes de mayo del año 2010, entablándose desde entonces una mala relación con uno de los tres agentes de la Guardia Civil que estaban destinados en el pequeño municipio.
Multó a la mujer del jefe
Uno de los agentes denunció a su superior por entender que no se respetar su descanso laboral, indicando que el sargento había tomado represalias hacia él por las malas relaciones que mantenía con la mujer de su jefe.
Está probado que el 21 de junio de 2013 el guardia sancionó con una multa a la esposa de su superior, al conducir sin hacer uso del cinturón de seguridad; cuando se marchaba el agente, ella le hizo el gesto conocido como 'peineta', levantar el dedo corazón de la mano con el puño cerrado. Los dos se denunciaron de nuevo, y el 26 de febrero de 2014 el juzgado les absolvió.
Al saberse absuelta, la mujer del comandante apareció por la casa cuartel exclamando «Campeona, campeona», considerando entonces el agente que se estaba mofando de él, por lo que se quejó al comandante del puesto. Este asegura que le faltó al respeto, ya que cuando le dijo que tenía que presentar la queja por escrito, él le respondió «¿Me estás vacilando?». El sargento le recordó que estaba hablando con un superior y él le dijo que no, que estaba hablando con el marido de la mujer con la que estaba enfrentado.
El 20 de mayo de 2014, el guardia fue destinado a otro puesto, lejos de Torrecillas de la Tiesa, y el 22 de mayo acudió al Juzgado de Instrucción número 7 de Cáceres, en donde denunció al que había sido su superior. Alegó que al tener problemas con el sargento, desde hacía tres años sufría estados ansiosos depresivos, y que le castigó haciéndole trabajar más de los debido, sin respetar sus días de descanso.
Una vez analizado todo lo sucedido, el ministerio fiscal retiró la acusación que mantenía contra el sargento, postura a la que se adhirió el abogado del Estado.
El Tribunal Militar ha decidido ahora absolver al comandante del puesto de Torrecillas de la Tiesa. Asegura que, «no existe nexo causal entre la enfermedad psicológica sufrida por el denunciante y el ejercicio de la autoridad desempeñado por el acusado».
También indica que los posibles conflictos entre la esposa del jefe del puesto y el guardia, «son ajenos al servicio», que se trató en la jurisdicción penal, y que «la mala relación de estas personas no consta que influyera en posibles represalias entre el acusado y el denunciante».
Sobre los problemas en las libranzas, el tribunal aclara que lo sufrían todos los destinados en Torrecillas de la Tiesa, ya que era compleja la elaboración de los cuadrantes de trabajo en este puesto que había pasado de cinco a cuatro miembros (incluido el jefe), «afectado eso al descanso de los allí destinados».
http://www.hoy.es/caceres/tribunal-militar-absuelve-20180603003830-ntvo.html
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