Todo previsto. El trabajo ya se ejecuta en la trastienda, fuera de los focos. El Ministerio del Interior está contando con los máximos especialistas en seguridad de la Policía Nacional y de la Guardia Civil para confeccionar la nueva estructura de los Mossos, si, como está previsto, definitivamente se aplica el artículo 155 de la Constitución.
En el foco: el nombramiento de la persona que ocupará el puesto del mayor Trapero. Es la decisión que están consultando con Mossos no afines a la causa independentista.
Así, según explicaron a este periódico fuentes policiales, mandos de ambos cuerpos, conocedores de la realidad policial catalana, están participando activamente en la «selección» del nuevo personal de mando para el cuerpo autonómico. Las reuniones de trabajo de Interior para preparar estas iniciativas se llevan produciendo desde hace tiempo. Porque el Departamento de Seguridad quería tener todo previsto por si finalmente -como todo apunta- el Senado da este viernes el pistoletazo de salida para aplicar el artículo 155 de la Constitución.
El Ministerio dirigido por Juan Ignacio Zoido tiene claro lo que hará con los Mossos, si es preciso tomar su control. Será la Secretaría de Estado la que asuma el mando y la que se encargará de ejecutar los relevos previsibles. No se descarta la incorporación de una figura con perfil político -consensuada con el PSOE y con Ciudadanos- que se haga cargo de un cuerpo que integra a más de 17.000 agentes.
La destitución del consejero de Interior sería automática, al igual que la de Puigdemont y la del resto de consejeros, cuando se ejecute el 155. El siguiente relevo en materia de seguridad sería el del mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, quien está investigado en la Audiencia Nacional por un delito de sedición y tiene, entre otras medidas preventivas, retirado el pasaporte.
Este nombramiento es el que están consensuando mandos de la Policía y de la Guardia Civil con Mossos que siempre se han mostrado contrarios a un proceso de independencia. Este perfil de mando autonómico es el que durante los últimos meses se ha visto acorralado y rebajado en la estructura de mando por parte de los responsables políticos independentistas. Solo querían «patas negra» capaces de obedecer sin problemas las instrucciones soberanistas.
Ahora, es entre estos relegados entre los que Interior está buscando al sucesor de Trapero. Y para ello, las voces de los especialistas en seguridad ciudadana de Policía Nacional y Guardia Civil conocedores de la idiosincracia catalana está siendo fundamental.
Porque, como explican desde Interior, el plan inicial es tratar de intervenir lo mínimo posible en los Mossos, aprovechar las estructuras establecidas y dejar claro que el mando ha cambiado de manos. Recuerdan que el sueldo de los Mossos lo paga directamente el Ministerio del Interior. Si, como confían, no se produce una gran marejada interna y no se encuentran un «campo minado», los relevos serán mínimos y el control se supervisará directamente desde Cataluña por el mando elegido por Interior.
Pero el Departamento de Seguridad tiene encima de la mesa otros escenarios posibles. El peor de ellos: que la pasividad o negativa de los Mossos sea muy amplia. En ese momento, como contempla el acuerdo del Consejo de Ministros, se podría llegar a la sustitución completa de los Mossos por policías y guardias civiles. Recuerdan que actualmente las plantillas habituales de la Policía y la Guardia Civil en Cataluña están integradas por algo más de 6.000 efectivos. A ellos se podrían sumar los casi 5.000 agentes que se encuentran desplazados a esta comunidad autónoma de manera extraordinaria.
También se contempla un plan intermedio en el que se tengan que reforzar determinadas áreas de seguridad que ahora están solo en manos de los Mossos.
http://www.elmundo.es/espana/2017/10/24/59ee4c7622601d9d6b8b465d.html
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