El fiscal solicita 86.100 euros de indemnización por las graves lesiones y la acusación, 121.800 euros
La fiscalía reclama una pena de cuatro años de prisión para un guardia civil fuera de servicio acusado de propinar una paliza a un compañero, también fuera de servicio, en un pub del Paseo Marítimo de Palma en el verano de 2013. El agente encausado, de 30 años, supuestamente golpeó en la cabeza al otro guardia con un vaso de cristal. El recipiente se rompió al impactar con el brazo de la víctima, que levantó la extremidad para protegerse del golpe, lo que le causó un profundo corte y graves lesiones. Además, el presunto agresor agarró con su brazo por el cuello al perjudicado, que estaba de espaldas, e hizo que ambos cayeran al suelo.
El ministerio público considera al sospechoso autor de un delito de lesiones con uso de instrumento peligroso. Además de los cuatro años de cárcel, pide que indemnice al agente afectado con 86.140 euros por las graves heridas que le causó. Por su parte, el letrado de la acusación particular solicita una condena de tres año y medio de prisión, también por lesiones, con la circunstancia agravante de alevosía, al mantener que fue un ataque repentino del que el perjudicado no pudo defenderse.
En concepto de responsabilidad civil, la acusación particular reclama una elevada suma. Interesa una indemnización de más de 121.800 euros por los días que la víctima estuvo hospitalizada, por los dos años y tres meses que tardó en curar de las heridas y por las secuelas padecidas.
El juicio contra el guardia civil acusado debía celebrarse hace unos días en un juzgado penal de Palma, en la sede de Vía Alemania. La vista se suspendió porque las partes implicadas están negociando y tratando de llegar a un acuerdo, lo que supondría una rebaja en la petición de condena.
Los hechos se remontan a la madrugada del pasado 1 de septiembre de 2013. Según la versión del fiscal, sobre las cuatro menos cuarto de la mañana, el sospechoso se hallaba en una discoteca de la avenida Gabriel Roca, en el Paseo Marítimo de Palma, cuando se aproximó al perjudicado, que en aquellas fechas tenía 25 años, y le agredió. El guardia fuera de servicio supuestamente le propinó un fuerte golpe en la frente con un vaso de cristal que acabó rompiéndose al impactar contra la muñeca izquierda de la víctima, que levantó el brazo para protegerse de la agresión.
El perjudicado quedó aturdido y, acto seguido, fue agarrado por el cuello por el acusado hasta que ambos cayeron al suelo en el forcejeo, según el fiscal.
A consecuencia del ataque, el joven agente sufrió graves heridas en el antebrazo y tendones como la sección de un nervio, además de hematomas en la rodilla y el costado, policontusiones y dermoabrasiones en cuello y espalda. Precisó asistencia médica, tuvo que ser operado y estuvo tres días en el hospital. Tardó 823 días en recuperarse de las heridas y le ha quedado como secuela un cicatriz que supone un perjuicio estético moderado.
La acusación particular añade que el ataque se produjo de forma sorpresiva sin que antes hubiera habido una discusión o siquiera una simple conversación. En el momento de golpearle con el vaso, el agresor le dijo "soy compañero", puesto que ambos eran guardias civiles. Estando aturdido, le agarró del cuello impidiéndole respirar y al final le golpeó con el pie en todo el cuerpo.
http://www.diariodemallorca.es/sucesos/2017/07/10/piden-cuatro-anos-carcel-guardia/1231214.html
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