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jueves, 17 de noviembre de 2016

Condenado un policía de Eivissa por pegar a un menor que perdió 8 dientes

El agente golpeó con la porra a un joven cuando acudió a disolver un botellón en Sant Antoni

17.11.2016 | 02:45
Un agente de la Policía Local de Sant Antoni, en Eivissa, ha sido condenado a tres años y medio de prisión por las lesiones causadas a un joven de 17 años de edad al que golpeó con la porra en la boca y le hizo perder ocho dientes. La sentencia aún no es firme, y contra la misma cabe recurso de casación ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo. En el caso de que el Alto Tribunal ratifique el fallo, el policía, R.A.M., sevillano de 34 años de edad y sin antecedentes penales, tendrá que ingresar en prisión, explicaron fuentes judiciales.
El capítulo de hechos probados de la sentencia, firmada el pasado día 9 por los magistrados de la Sección Primera de la Audiencia Provincial, explica que sobre las dos de la madrugada del 4 de agosto de 2013 el agente condenado y otro policía local de Sant Antoni acudieron a la calle ses Jonqueres, con el fin de poner fin a un botellón en el que estaban participando varios jóvenes. Los magistrados explican que cuando los jóvenes estaban recogiendo para irse, el joven de 17 años que después resultó lesionado golpeó un contenedor de basura, por lo que los agentes decidieron pedirle la documentación. Como el menor no se identificaba, el acusado le agarró para intentar llevárselo al retén. En esta situación, mientras el policía, de espaldas al chico, tiraba de él y éste intentaba zafarse, el joven se agachó a la vez que el agente lanzó un golpe con la porra similar a «un revés de tenis». El menor recibió el golpe en la boca.
De súbito, el chico perdió siete dientes centrales, tres de arriba y cuatro de abajo. Otro diente central de la parte superior quedó colgando, pero finalmente también lo perdió. Tuvo que someterse a ocho implantes, lo que supuso un coste económico de más de 20.000 euros. El joven estuvo casi dos años en tratamiento para poder colocar los ocho implantes debido a que sufrió pérdida ósea y tuvo que esperar a la regeneración del hueso.
Además de la pena de tres años y medio de prisión, los magistrados han condenado a R.A.M. a indemnizar a su víctima con un total de 37.520 euros: 2.000 por las lesiones, 9.000 por las secuelas, 20.520 por los gastos de tratamiento odontológico y 6.000 por los daños morales. El acusado, en caso de que el Supremo ratifique la sentencia, también tendrá que hacerse cargo de los costes judiciales, incluidos los de la acusación particular. Además, el agente no podrá trabajar como policía durante el tiempo que dure la condena.
La versión del agente
El agente condenado dijo que el menor se fue del lugar "alegremente, pateando botellas, golpeando los coches y escaparates" y que "lanzó un contenedor a la avenida de Portmany (...) porque quería provocar un accidente". También declaró el acusado que los amigos del chico comenzaron a golpearle en las manos y el pecho, por lo que sacó la porra para calmar la situación al tiempo que decía a su compañero que pidiera refuerzos. Según la versión del condenado, el joven cogió una botella, lo que el agente explicó que se tomó como una amenaza. Añadió el agente que él no hizo nada, que sólo se quitó de encima al joven en un acto reflejo y que no era consciente de haber realizado el movimiento que dejó al menor sin ocho dientes, motivo por el que no indicó nada al respecto en las diligencias iniciales. Según su versión, no entendió lo que había pasado hasta que un perito le explicó que fue un acto reflejo.
La víctima declaró que «hasta el momento en que escupió dientes no había visto al policía». Dijo que el agente le agarró, le giró y le golpeó en la boca con la porra de modo horizontal. Cuatro amigos de la víctima que se encontraban en el lugar cuando se produjo la agresión declararon en el mismo sentido. Todos ellos dijeron que no hubo provocaciones. Por su parte, el otro policía local corroboró la versión de su compañero, pero manifestó que no vio el momento exacto en el que se produjo el golpe. En su momento, el jefe de la Policía Local de Sant Antoni, Javier Verdugo, dijo: «No sabemos si el joven se golpeó fortuitamente contra la defensa reglamentaria o si fue una agresión directa».

Un testimonio clave. Además de los amigos del menor, casualmente un turista fue testigo de lo sucedido. Éste declaró que uno de los agentes agarró al chico por el brazo mientras éste repetía: «Yo no he hecho nada». Esta persona declaró que el agente golpeó al joven en la cara, al parecer con la porra, aunque eso no lo pudo asegurar

La resolución. Los magistrados consideran que ninguna de las partes cuenta las cosas como sucedieron. «Ni el joven ni sus amigos dicen la verdad cuando afirman que no mediaron palabra con los agentes, ni el acusado dice la verdad cuando afirma que el golpe se produjo cuando se hallaba en situación de defensa», afirman los jueces.

Las peticiones de las partes. Tanto el ministerio público como la acusación particular solicitaron tres años y medio de prisión para el acusado. Ambas acusaciones solicitaron como indemnización cantidades similares a las que han concedido los magistrados. Por su parte, la defensa pidió la libre absolución.
http://www.diariodemallorca.es/sucesos/2016/11/17/condenado-policia-eivissa-pegar-menor/1166263.html

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