Fue denunciado por sus superiores por omisión del deber de perseguir delito y el fiscal le pide un año de inhabilitación
Un policía local de Burela, ya retirado, fue juzgado ayer en la Audiencia Provincial por un delito contra la administración pública de omisión del deber de perseguir delito. Los hechos se remontan al día de Año Nuevo del año 2002 y el motivo de la denuncia: no instruir un atestado por un accidente de tráfico con alcoholemia positiva. El fiscal en sus conclusiones provisionales reclama para Ramón López Otero un año de inhabilitación especial para empleo y cargo público.
El agente relató en el juicio que estaba a punto de finalizar su turno cuando lo avisó la Guardia Civil de un accidente de tráfico al lado del cuartelillo. Se dirigió a pie y pudo comprobar que no había heridos y que los daños materiales se reducían a una jardinera y a unos azulejos de un bar. Hizo las fotos, recogió la documentación y ayudó a apartar el coche. Volvió a la sede de la Policía Local a dar el relevo a su compañero, antes de marcharse.
Según la versión del Policía Local, el conductor del vehículo que vivía a unos 500 metros del lugar del accidente, no presentaba síntomas de embriaguez. Hasta el 14 de febrero, que recibió una notificación del Juzgado de Viveiro, en la que le comunicaban su condición de imputado, no volvió a saber nada de este asunto, según explicó al tribunal.
Ramón López insistió en que si el accidente hubiera sido grave se habría quedado, pero dada la escasa entidad de los daños optó por marcharse. Reconoció en el juicio que las relaciones con sus compañeros eran malas y que en los últimos tiempos pedía las órdenes por escrito porque se las cambiaban sin avisarlo.
Declaró el alcalde
En la vista, en la que también estaba citado el alcalde José María González Barcia en calidad de testigo, declaró un inspector de la Policía Local. Según su relato, era a Ramón López al que le correspondía instruir el atestado, tal como estaba repartido el trabajo. Le correspondía porque el suceso ocurrió en el turno de noche, que era el suyo. Explicó que los había requerido, tanto a él como a su compañero para que acabaran el atestado y que le había contestado que no tenía pensado hacerlo porque le quedaban cuatro días.
González Barcía dijo que era conocedor de que el policía se había negado a hacer su trabajo.
Entre el acusado y el inspector hubo divergencias acerca de la hora en la que ocurrió el accidente. El primero dijo que había sido diez minutos antes de que finalizara su turno. Su superior, sin embargo, dijo que sobre las siete de la mañana. El primer test de alcoholemia, que arrojó resultados positivos se lo realizaron al conductor sobre las nueve y veinte de la mañana.
http://www.lavozdegalicia.es/notici...1412L3C4998.htm
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