Decidieron no detener a un hombre sobre el que pesaba una orden de captura y que se había alojado en un establecimiento de Montánchez
«La sentencia es importante, porque a partir de ella los mandos de la Guardia Civil tienen claro que no pueden obligar a las patrullas a detener a una persona requisitoriada por un juzgado, sin ver que esa orden esta vigente», sostiene el abogado Vicente Vega Martín, que ha logrado que el Tribunal Militar Central de Madrid anule una resolución del general jefe de la Zona de Extremadura. En ella se acordaba la terminación del expediente disciplianario a dos agentes de la guardia civil de Aldea del Cano, en la se imponía a cada uno de ellos la sanción de cinco días de haberes con suspensión de funciones.
El Tribunal Militar, sin embargo, ordena que desaparezca de la documentación personal de estos dos agentes cualquier referencia a las sanciones.
Indica además que les deben reintegrar la cantidad que en su día se les fue detraída, añadiendo sus intereses legales.
Para saber el origen de la sanción hay que remontarse al 1 de septiembre de 2010, cuando a las nueve menos cuarto de la mañana la patrulla de servicio de Aldea del Cano acudió al puesto de Montánchez en donde les indicaron que en el hotel Villa de Montánchez estaba alojado un hombre, que tenía una orden de detención por parte del Juzgado número 1 de Mérida. Se les indicó que debían comprobar si la orden estaba en vigor y, si era así, proceder a su detención.
Los agentes intentaron ponerse en contacto telefónico con el Juzgado número 1 y el Juzgado de Guardia de Mérida, sin éxito, por lo que pidieron a los compañeros de Montánchez que siguieran intentándolo, mientras ellos iban al establecimiento hotelero para ver el perfil de la persona, si había riesgo de fuga y proceder en consecuencia.
Apariencia apacible
Cuando se presentaron el el hotel se encontraron con un hombre de unos 60 años de edad, de apariencia apacible, que estaba pernocando en el hotel con su esposa tras haber participado el día anterior en una boda. Al considerar que no era un delincuente peligroso le comunicaron que había un señalamiento que indicaba que debía ser detenido. Él dijo desconocer el motivo de ese requerimiento por lo que los agentes le indicaron que fuera cuanto antes al Juzgado de Mérida para areglar su situación.
Cuando un mando supo que habían avisado al hombre sin haberle detenido, les abrió un expediente disciplinario por falta grave.
Los dos agentes alegaron en el juicio que no detuvieron al hombre sobre el que psaba una orden en tal sentido porque no querían incurrir en un delito de detención ilegal. El sospechoso carecía de antecedentes policiales.
A los pocos días se anuló la orden de busca y captura de esta persona.
http://www.hoy.es/caceres/201406/30...30001255-v.html
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